Servicio A La Rueda

Primero la confiabilidad de la marca afecta el precio, pero más aún lo hacen las características propias de cada llanta, como su coeficiente de tracción, el de temperatura y velocidad. Estas características hacen que las prestaciones entre rueda y rueda cambien sustancialmente.

Los neumáticos deben de ser reemplazados por tres fundamentales causas, primero un daño físico que comprometa la seguridad de la llanta (daño en un costado o tan severo que rompa las cuerdas que lo soportan), segundo, que el desgaste llegue al mismo nivel que el fabricante marco como mínimo, este se localiza en la banda de rodamiento y tercero que el neumático haya cumplido la vida útil recomendada que son 5 años a partir de su fecha de fabricación. Esto se debe a que la llanta no cumple con el coeficiente de tracción y necesita más distancia para lograr un frenado efectivo.

Es bastante recomendable, esto se debe a que el nitrógeno es inerte, esto evita que gases que forman parte del aire como el oxígeno y humedad provoque daños al neumático y rin en su interior al paso del tiempo. Otro beneficio que se percibe una sensación de manejo confortable y presión estable durante la conducción.

La presión nunca debe superar el 80% de la máxima presión que soporta el neumático, más sin embargo lo mejor es seguir las indicaciones del fabricante del vehículo para alcanzar el máximo rendimiento de combustible, confort y durabilidad de los componentes de la suspensión y dirección. Recuerda que esta medición se debe realizar con la llanta fría ya que la temperatura influye directamente en la presión.